La crisis económica y social derivada de la pandemia ha configurado un escenario especialmente desafiante para la región de Coquimbo y para el país en general. Para enfrentarla, como gobierno hemos impulsado el diálogo y los acuerdos con el congreso y la sociedad civil. Gracias a este esfuerzo, logramos la aprobación de proyectos emblemáticos como el IFE Universal y el paquete de apoyo a las PYMES, que constituyen una amplia red de protección social con las transferencias directas más cuantiosas de las que se tenga registro.
Sólo en la región de Coquimbo, el Estado entregó el IFE Universal a más de 294 mil hogares, beneficiando a más de 666 mil personas. Esto quiere decir que 9 de cada 10 personas que viven en la región recibió el IFE,con un promedio de $309 mil mensuales por hogar.
Asimismo, hemos generado una batería de medidas de apoyo para las PYMES, entre los que se encuentran el subsidio al nuevo empleo, que se entrega a los trabajadores que tengan un nuevo contrato de trabajo; créditos con garantía estatal FOGAPE, para que las pymes puedan apalancar recursos e invertir; y el bono de alivio de $1 millón de pesos que llegó a más de 40 mil micro y pequeñas empresas de la región. De ellas, un tercio son lideradas por una mujer, por lo que accedieron a un 20% adicional del beneficio.
En total en Coquimbo desde el inicio de la pandemia el Estado ha apoyado en forma directa a las familias por más de US$ 611 millones, equivalente a un promedio de $627.364 por persona, entregando protección y tranquilidad a cada compatriota y micro y pequeña empresa que haya necesitado de un apoyo para salir adelante.
Ahora comenzamos una nueva etapa. Junto con el avance de la vacunación y el cumplimiento de las medidas sanitarias necesitamos transitar hacia la creación de incentivos y reglas del juego que nos permitan sostener el impulso de crecimiento en el largo plazo, para lograr más inversión, mejores empleos y más bienestar para todos. En tal sentido, esperamos un positivo segundo semestre, refrendado por el histórico IMACEC de junio del 20,1% que muestra que nuestra economía ha sido capaz de adaptarse a la pandemia, lo que abre esperanzas para la reactivación y enfrentar uno de los principales desafíos que hoy tenemos como sociedad: la creación de un millón de empleos que aún nos falta por recuperar. Para ello, el crecimiento económico inclusivo es la mejor política social que nos permitirá tener empleos de calidad, estables y con buenas remuneraciones.
La recuperación de la economía la construyen los trabajadores y los emprendedores. Ellos son quienes empujan el carro del crecimiento y contribuyen a generar más y mejores empleos. Como gobierno continuaremos siempre con el acelerador a fondo apoyándolos en este desafío, porque paso a paso, y juntos, nos recuperaremos.