Sin apuros y con proyección: Experta da recomendaciones para elegir la carrera correcta

Sin apuros y con proyección: Experta da recomendaciones para elegir la carrera correcta

Este martes 3 de enero se entregaron los resultados de la Prueba de Acceso a la
Educación Superior (PAES), momento en donde se activó el portal único de postulación a
la educación superior del Ministerio de Educación.
Si bien muchas y muchos jóvenes ya tienen claro cuál será el camino a seguir, bastantes
todavía tienen dudas sobre qué carrera elegir. Muchos de estos casos formarán parte del
grupo que desertará durante el primer año de la educación superior, cifra que el último
año llegó a un 28.8%, de acuerdo a cifras de la Subsecretaría de Educación Superior.
Mariela Hernández, académica y directora de Psicología de la Universidad Santo Tomás,
sede La Serena, nos entrega las siguientes recomendaciones:
¿Qué elementos hay que considerar al seleccionar una carrera?
Hernández nos dice que hay muchas cosas que pueden sonar obvias, pero que no se
deben dejar de lado: “Muy relevante es informarse lo más detalladamente posible
respecto a las carreras, es decir, las competencias que forman, las áreas del conocimiento
o líneas curriculares de los planes de estudio, con qué metodologías se desarrolla el
proceso de enseñanza-aprendizaje, el campo laboral y otros”.
Junto a lo anterior, señala que dentro de esta investigación es ideal poder contar con
conversaciones con personas que ejerzan esa profesión, para así “acortar la brecha entre
las expectativas y el ejercicio profesional”. La campaña Habla Conmigo de Santo Tomás va
en esa línea, incluso implementando un sitio web especial para contactar a egresados y
egresadas de diferentes carreras.
“También es importante analizar las proyecciones de la carrera o profesión en el
mediano y largo plazo, es decir, ¿cuáles son los temas o áreas emergentes en
determinada profesión? Por ejemplo, la gerontología, la sustentabilidad y la innovación y
desarrollo no eran temas de alta relevancia hace 20 o 30 años, pero hoy sí lo son”, añade la
psicóloga.

¿Hay que seguir la vocación?
La vocación es uno de los elementos clave al elegir un área del conocimiento para
desarrollar una carrera. Este elemento sirve como motivación tanto para ingresar como
para mantenerse dentro de la carrera, pero no es lo único que debe pesar en la elección.
“Es importante que sea analizada junto a otros factores, tales como las habilidades y las
características de la carrera de interés. También se sugiere considerar más de una
opción o, para quienes tengan intereses diversos, programas de bachillerato que
primero entreguen una formación general en varios ámbitos para después tener la
posibilidad de elegir una carrera específica”, señala Hernández.

¿Qué riesgos existen al entrar a una carrera o universidad no deseada?
El ingreso a la educación superior no tiene solo un componente educacional, sino que
también social. Según Hernández ambos son igualmente importantes, por lo que “si una
persona toma la decisión de ingresar a una carrera o universidad no deseada debiese
visualizar oportunidades para desarrollar estos procesos de integración y,
consecuentemente, generar aprendizajes”.
De todas formas, si la persona no se siente completamente cómoda con su elección la
recomendación es no dar el paso: “En términos emocionales, podría generar frustración,
falta de motivación o una sensación de inseguridad o incapacidad en algunas personas,
mientras que para otras podría constituir un desafío y una oportunidad diferente de
aprendizaje”.
“Hay personas que toman la decisión de ingresar a una segunda preferencia para tener la
vivencia de educación superior, entendiendo que puede ser un semestre o periodo de
experiencia transitorio o, inclusive, definitivo, según sea la situación en particular”, agregó.
¿Qué hacer si no quedo en la carrera o universidad que quiero?
El no poder ingresar al plan o institución deseada puede ser un golpe fuerte. Si este es el
caso, la profesional recomienda tomar un tiempo y “realizar un análisis de las
razones que generaron esta situación”.
Dentro de estas podemos encontrar dos tipos. Las primeras son las que se pueden
modificar como, por ejemplo, la estrategia de preparación que se tomó para enfrentar la
PAES, el proceso de postulación o revisar nuevamente la oferta de carreras y
establecimientos.
La segunda tiene relación con aquellas que no se pueden modificar, como el NEM o los
puntajes de corte. “Una vez se aclaren las causas, se debe profundizar en cada una
identificando opciones de cambio que pueda implementar la persona, es decir, maneras
distintas de realizar estos procesos incorporando los aprendizajes de una primera
postulación”, dice Hernández.
Luego agrega que “lo importante es determinar cambios concretos que la persona
realmente esté dispuesta y que efectivamente pueda realizar”. Para esto se debe crear un
“plan de acción” para el año siguiente, el que contenga actividades, plazos y
recursos para poder conseguir la meta.