En establecimiento se reciben pacientes de toda la red pública de salud regional para
acompañarlos en su transición con terapia psicológica, tratamientos hormonales y cirugías cuando
cumplen la mayoría de edad
En el día Internacional de la Visibilidad Transgénero, el principal recinto de salud de Limarí recibió
a distintas autoridades regionales, quienes se interiorizaron sobre el trabajo que está realizando el
policlínico de Identidad de Género y Género No Conforme de Niños, Niñas y Adolescentes del
Hospital Provincial de Ovalle.
En esta iniciativa trabaja el personal del Hospital y el Servicio de Salud Coquimbo y actualmente se
atiende a 50 pacientes niños, niñas y adolescentes de toda la región que se identifican como
transgénero y que buscan empezar a vivir sus vidas en el género con el que sienten pertenencia,
en vez del sexo que les fue asignado al nacer, para así tener una mejor calidad de vida y
aceptación de sí mismos en la sociedad.
Respecto a esta iniciativa pionera en la Región de Coquimbo y sobre la realidad que viven muchos
adolescentes, Paola Salas, seremi de Salud, señaló “el presidente Boric nos ha solicitado dentro de
nuestros ejes fundamentales del trabajo, mejorar la inclusión y también disminuir la
discriminación”.
La autoridad también agregó que “en la región no existía un policlínico para niños, niñas y
adolescentes que mirara la identidad de género, que trabajare en la transformación social de lo
que eso significa y esta señal de tener este policlínico, además de abordar lo social, entrega un
potencial desarrollo a la persona, porque los pacientes pueden solicitar tratamiento hormonal y
apoyo de salud mental, por lo que podemos afirmar que nuestro sistema está respondiendo a esta
sentida demanda”.
En el policlínico de Identidad de Género y Género No Conforme de Niños, Niñas y Adolescentes se
atienden niños y jóvenes derivados desde centros de salud de atención primaria y otros hospitales
de alta y mediana complejidad de la red de salud pública regional, cuya derivación se hace en
conjunto con el Servicio de Salud Coquimbo, entidad que se encarga de recibir los casos para hacer
una priorización e interconsulta guiada hacia el Hospital Provincial de Ovalle, con el fin de recibir
atenciones clínicas que involucran tratamientos hormonales, intervenciones quirúrgicas y
acompañamiento psicosocial.
Respecto a esto, María Fernanda Glaser, seremi de la Mujer y la Equidad de Género, también
estuvo presente en la instancia y destacó que la labor del equipo del Hospital de Ovalle es “un
trabajo pionero y quiero felicitarlo, porque hace un par de años atrás no teníamos donde derivar
niños y niñas adolescentes que estuviesen transicionando, así que felicitamos el trabajo, ya que
esta es una necesidad regional y reiteramos hoy día nuestro compromiso de seguir avanzando en
reafirmar los derechos de las diversidades y las disidencias sexuales”.
Para acceder a este servicio que entrega la red de salud pública, la matrona María Antonieta
Bugueño, encargada del programa de salud trans y género no conforme del Servicio de Salud
Coquimbo, explicó que “la persona tiene que estar inscrito en un Cesfam según el lugar donde
viven, una vez inscritos, deben solicitar una consulta al médico o la matrona en este centro y
desde allí los profesionales realizan una solicitud de interconsulta hacia el Hospital de Ovalle”.
Un proceso que no se vive en soledad
EL principal recinto de salud pública de la Provincia de Limarí cuenta con el liderazgo de la Dra.
Pamela Sanhueza para esta cruzada, quién es ginecóloga pediátrica y de adolescencia y está a
cargo de este policlínico y el programa “Crece con Orgullo”. Ella y el equipo clínico de ginecología y
obstetricia de la institución coordina las atenciones de los pacientes, sus tratamientos e
intervenciones quirúrgicas.
En ese aspecto, la especialista explica que la atención que se le entrega a los niños, niñas y
adolescentes que no están conforme con su género, “es una atención multidisciplinaria con
muchos enfoques, que va más allá de la terapia hormonal”. Esto debido a que los pacientes son
atendidos y acompañados en todo momento por una dupla psicosocial que se encarga de evaluar
a los jóvenes en todo el proceso, con el fin de velar por su salud mental durante la transición.
Las personas que se atienden en este programa reciben tratamientos como terapias de supresión
puberal; feminización o masculinización; y cirugía de afirmación de género, entre otros.
La dra. Pamela Sanhueza cuenta que, “cuando yo llegué después de hacer mi especialidad de
ginecología infantil, tomé esto como bandera de lucha, porque nuestro niños, niñas y adolescentes
estaban invisibilizados, porque nadie estaba recogiendo la importancia de esto en este grupo de
pacientes y por lo mismo, yo y mi equipo, acompañados siempre por el equipo directivo del
hospital, dijimos que teníamos que abrir aquí este programa”
Muy conmovida por la realidad que deben vivir los adolescentes no conformes con su género, la
especialista señala que “me emociona este tema, por todo lo que he tenido que vivir con los
pacientes, muchos de ellos tienen realidades muy duras que parten desde la escuela y tenemos
que luchar para la visibilización y que estos niños tengan un entorno feliz, para que más adelante
sean adultos felices”.