El Inter de Milán será el rival del Sevilla en la final de la Europa League, que se disputará este viernes en Colonia, tras imponerse por 5-0 al Shakhtar Donetsk. Diez años después de conseguir su último título continental, la Champions ante el Bayern en el Santiago Bernabéu, el equipo italiano vuelve a acariciar un trofeo después de acabar tercero de grupo en la Liga de Campeones y en la segunda competición haber eliminado a Ludogorets, Getafe y Leverkusen.
El Inter supo contrarrestar el fútbol brasileño de mediocampo hacia adelante del Shakhtar, un equipo que movió el balón pero que careció de pegada en el área rival. Este fue el guion del encuentro desde su inicio. Optó por esperar al rival, al que presionó en su salida de balón, aunque fue un error del portero Pyatov el que le empezó a abrir la puerta de la final. El meta erró gravemente al intentar salir con el balón jugado, dándoselo a Barella, quien tras escorarse a la banda ejecutó un medido centro a la cabeza de Lautaro y el delantero argentino no perdonó.
Era el minuto 19 y el partido se le ponía de cara al Inter, que durante toda la primera parte no pasaría apuros para irse al descanso con ventaja en el marcador.
Ya en la segunda parte, D’Ambrosio, de cabeza, en un saque de esquina, hizo el 2-0. Ahí empezó ya a tirar la toalla el conjunto ucraniano, que definitivamente la arrojó en el 74’, cuando Lautaro, con un chut desde la frontal del área, firmó el 3-0 y dejó finiquitada la eliminatoria.
Pero a la fiesta italiana no podía faltar Lukaku y, cómo no, el belga se unió a la misma con dos goles, el primero tras ser asistido por Lautaro, y el segundo tras una brutal acción individual. El 5-0 final reflejó la superioridad del Inter, al que ahora espera el pentacampeón Sevilla.